POR QUE LOS ADOLESCENTES CUESTIONAN LA RELIGION

En mi practica, los adolescentes rutinariamente hablan sobre su religión o sus creencias. Generalmente se lo cuestionan, lo atacan o simplemente experimentas con  ideas nuevas.  A veces cuando ellos expresan sus pensamientos y sentimientos acerca de la religión, los padres u otros adultos cercanos pueden sorprenderse, pero durante la terapia, la religión es simplemente otro tópico de investigación.

Lo que yo usualmente encuentro es que el cuestionarse la religión es parte de su proceso de identificación personal tanto como  el normal distanciamiento emocional de sus padres. Mientras que algunos padres se escandalizan, yo lo veo como una forma mas de probar con los límites durante la adolescencia.

Experimentando con diferentes tipos de religiones puede ser también otro cuestionamiento  a nivel personal. “Me aceptarán todavía  mis padres o mi terapista si les digo que estoy interesado en Wicca

Personalmente, no me importa que tipo de religión tienen o si se interesan en explorar su espiritualidad probando diferentes tipos de creencias o religiones, me parece bien que averigüen y  vean lo que les llena o les funciona; parte de la belleza de vivir en America es que la religión es algo personal y privado.

Los padres con  una crianza religiosa firme encuentran esta idea objetable, pero la realidad es que su adolescente tiene la libertad de objetar o rechazar la religión impuesta o heredada de los padres.   De  acuerdo a mi experiencia, los padres que mas se escandalizan y consecuentemente generan un punto de fricción en  relación con el teme de la religión,  pueden que, inadvertidamente, obstaculicen el retorno de sus adolescentes a sus antiguas creencias luego de explorar con otras. Otra de las razones por la cual los adolescentes cuestionan la religión heredada de los padres, es en si misma una prueba a los padres, y lo razonan  de esta manera:  “En verdad  cuanto respetan mis padres mi derecho de tomar mis propias decisiones, aun cuando ellos no estén de acuerdo.”

Ateismo, es otro campo de prueba para los adolescentes. Para los padres con principios religiosos muy arraigados, esto puede ser extremadamente difícil y doloroso de aceptar. La idea que su adolescente puede ir al infierno es  entendiblemente aterradora.

Diferencias drásticas en espiritualidad  puede estar cubriendo algo mas profundo, como rechazo o una fuerte expresión de enfado. Una manera que las familias pueden tratar de evitar  el conflicto de la libertad  a elegir la religión,  es de ir al fondo de las cosas y hablar abiertamente sobre lo que esta pasando en  la relación con su adolescente  y viceversa.  El punto que estoy tratando de expresar es que, desde que los adolescentes no son muy buenos expresando sus sentimientos o pensamientos con claridad , sus acciones puede que no sean representativas de emociones mas complicadas. El hablar y escuchar sin juzgar a su adolescente es el primer paso a descubrir el problema.