Una de las quejas más comunes de los padres es: “Yo sé que mi hijo/a tiene la inteligencia y la capacidad de sacar buenas notas, pero no lo hace y no entiendo porque?

Siempre hay una razón por lo que esto pasa. De acuerdo a mi experiencia, los adolescentes inteligentes/talentosos que obtienen malas notas generalmente están preocupados por algo que está pasando en sus vidas; la mayoría de los casos no sacan malas notas por su propia decisión o elección, sino más bien es una reacción ante una dificultad emocional. La energía que supuestamente debe estar canalizada en su preparación para el futuro, la están usando para tratar de resolver alguna dificultad emocional, y sentirse mejor, porque hay algunas cosas en su vida emocional que no está funcionando bien. Usualmente los culpables o responsables son: problemas familiares tanto presentes como pasados, problemas con amigos o con relaciones amorosas presentes o que han terminado mal. Los adolescentes que encuentran difícil expresar sus emociones acerca de algún problema tienden a internalizarlos resultando en depresión o ansiedad, o quizás exteriorizarlos mediante el abuso de drogas o teniendo un comportamiento desafiante o agresivo.

Los adolescentes tienden a responder a sus problemas de una forma intensa, característica de los adolescentes. Sus problemas pueden producir emociones que son difíciles para ellos manejar. Emociones como la tristeza, preocupación, ansiedad o miedo, y en el intento de hacerles frente les dedican mucho tiempo, así que pueden meditar intensamente en ello o por el contrario tratar desesperadamente de distraer su atención o de evitar sus sentimientos. La parte de esta ecuación que los padres pueden pasar por alto es que este conflicto de emociones no se “apaga” ni “desaparece” y tratar de manejarlas es un trabajo tiempo completo, y como las emociones tienden a sobresalir cuando nos encontramos bajo presión, todo esto se les convierte en un trabajo agotador y emocionalmente desgastador.

Esto trae como consecuencia un agotamiento emocional que los deja con poca energía para cumplir con sus responsabilidades educativas. Mi experiencia me ha demostrado que detrás de un buen alumno sacando malas notas, se esconde un problema emocional. Por lo tanto, estos adolescentes talentosos se encuentran abrumados con sus problemas emocionales y entonces descuidan sus estudios. Es importante que estos adolescentes aprendan a expresar sus emociones en palabras con la ayuda de un consejero y entender que pueden ciertamente trabajar con ellas. Así la energía que estaban utilizando tratando de mantener las emociones a la raya, ahora la pueden usar para mejorar otras áreas de sus vidas como el área educativa, sus estudios, sus notas. Esto es usualmente lo que pasa en mi práctica.

Nota Adicional: Los padres de adolescentes talentosos generalmente responden ante malas notas con tutores. Yo creo que esto debe reconsiderarse por dos razones:

Primero, estudiantes talentosos pueden mejorar sus notas por si solos si pueden enfocar su energía en ello en vez de tratar de solucionar sus problemas emocionales, siendo este el caso, la tutoría no está trabajando con la razón del problema, sino con el síntoma

Segundo, si hay un problema emocional a que no se está resolviendo, mandando su adolescente a un tutor no lo va a ayudar a manejar sus emociones o resolver posibles conflictos internos, por el contrario puede mandar un mensaje equivocado, que es que está bien omitir sus emociones, y no hablar sobre ellas y esto al final puede hacer las cosas peor. También, por otro lado esto a veces puede ser la raíz del problema de los adolescentes que se convierten en adictos al “ trabajo“, tratando desesperadamente de evadir sus problemas emocionales entregándose de lleno solo a sus actividades académicas.

Por Miguel Brown